Primero que todo, sean bienvenidos a esta nueva experiencia que comienzo esta madrugada, en la cual trataré de compartirles una visión distinta de nuestra realidad de una manera amena y divertida, en la medida de lo posible claro esta.
El titulo de este blog viene de un famoso libro de Francis Fucuyama, The End of History and the Last Man (1992), en el cual se decía que con la caída de la Unión Soviética, menos de un año antes, se habia cerrado la historia humana basada en la "contraposición de ideologías" puesto que la democracia liberal, en lo político, y el capitalismo, en lo económico, habían logrado imponerse como los únicos modelos aceptados por la humanidad, acabando así con las contraposiciones ideológicas.
Evidentemente, hoy en día no puede resultarnos menos que desquiciada la idea de que la historia humana había llegado a su fin. Sin embargo, a pesar de su contundente fracaso, esta idea representó una visión que inundó las grandes capitales y escuelas del llamado free world, como era la victoria definitiva de occidente en contra del imperio del mal, como era conocida por aquel entonces la U.R.S.S. gracias al ex-presidente Ronald Reagan. Fue esta visión la que llevo a grandes lideres de occidente a una resaca durante la cual se abandonaron antiguos frentes, como Afganistán, Medio Oriente o la antigua Unión Soviética, mientras en otros se dio por descontado la supremacía de la democracia, como en América Latina.
Es así, veinte años después, que hemos visto como de esos frentes nació el fracaso de las ideas de Fucuyama, expresándose primero en el fortalecimiento del fundamentalismo islámico en el Medio Oriente y el norte de África, y en el llamado socialismo del siglo XXI, en América Latina. Posteriormente, la gran crisis económica de 2007-2009 y sus consecuencias hicieron que el propio mundo occidental empezara a preguntarse si realmente se había acabado la historia siquiera para ellos mismos, o si mas bien solo habían vivido una calma efimera en medio del interminable ciclo de confrontación histórica
Es esa confrontación, compartida por autores tan opuestos como Karl Marx y el propio Fucuyama, la cual alimentará gran parte de los temas en este blog, pues su vigencia está más que nunca presente en nuestras vidas, en especial para los venezolanos que día a día la vemos tan cerca, o mejor dicho, creemos verla tan cerca.
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